En el momento en el que una persona fallece, su patrimonio para a manos de sus herederos. Cuando existe un testamento que determine quienes son esos herederos, el proceso es relativamente fácil. Pero, ¿qué ocurre cuándo no existe ningún documento que guarde la voluntad de la persona fallecida? ¿Cómo se reparten sus bienes? Pues en este caso hablaremos de una sucesión intestada y sus herederos están determinados por la ley.

Definición sucesión intestada

Una herencia intestada se produce cuando una persona fallece sin haber dejado un testamento válido que especifique cómo deben distribuirse sus bienes tras su muerte. Es decir, la sucesión intestada es aquella que tiene lugar tras el fallecimiento de una persona que no había otorgado testamento.

Existen casos en los que puede haber testamento y aún así abrirse la sucesión intestada. Esos casos son:

  • Si el testamento se ha decretado nulo o ha perdido su validez.
  • Si no se instituyen herederos o solo se hace en parte de los bienes. En este caso, estaríamos ante una sucesión mixta: se respeta el testamento y se abre la sucesión intestada para el resto de bienes.
  • Si el heredero no cumple una condición exigida por el testamento para heredar o si fallece antes de haber heredado y no se han indicado sustitutos.
  • Si el heredero es declarado incapaz.

Habrá que designar a los herederos legales o forzosos y se realizará, vía notarial, una declaración de heredero. Estos herederos lo serán a título universal. Por tanto, heredarán el patrimonio de la persona, así como sus derechos y obligaciones.

La sucesión intestada es una sucesión legal y no puede verse afectada por la voluntad del fallecido ni por opiniones familiares. Estas leyes varían según la región y pueden depender de factores como el parentesco y la relación con el fallecido.

Uno de los primeros pasos en el proceso de sucesión intestada es la designación de un administrador de la herencia. Este administrador, generalmente un pariente cercano o un tercero designado por el tribunal, se encarga de gestionar la recopilación y el inventario de los bienes y activos del difunto, así como de representar los intereses de los herederos durante el proceso legal.

¿Quién hereda en la sucesión intestada?

Es importante señalar que la línea de herederos no es la misma en todos los territorios del Estado. Existen Comunidades Autónomas con legislación específica, que puede hacer variar el reparto. Para saber exactamente como sería la sucesión intestada de una persona concreta, lo ideal es asesorarse con abogados especialistas en sucesiones sin testar.

Las comunidades que no tengan legislación específica, estarán a lo que diga el Código Civil. Y la legislación específica sigue un esquema similar. Estas leyes establecen un orden de prioridad para determinar quiénes son los herederos legales y cómo se distribuirán los bienes entre ellos. Generalmente, los cónyuges, hijos, padres y otros parientes cercanos tienen derechos a la herencia en diferentes proporciones según su relación con el fallecido.

En todos los casos, los primeros en heredar son los hijos de la persona fallecida. Si un hijo ha muerto antes que su padre, el derecho pasará a los nietos en la parte que correspondería a su padre.

Si no hay hijos, hereda la línea ascendente. Esto es, los padres del difunto. Si uno de los progenitores ha fallecido, hereda el otro en la totalidad. Si ambos hubiesen fallecido, heredarían los abuelos.

En el caso de que ninguna de estas personas pudiese heredar, lo haría el cónyuge viudo.

De no existir, la herencia ab intestato pasaría a los hermanos. Si no, a los sobrinos, los tíos y los primos, por ese orden.

En el caso de que el fallecido no tuviese ningún familiar hasta el cuarto grado o que estos familiares no pudiesen o no quisiesen aceptar la herencia, esta pasaría a ser parte del Estado, siendo su heredero en una sucesión intestada.

¿Cómo se hace el reparto de bienes?

Existen tres maneras de hacer el reparto de bienes en una herencia. Esto puede complicarse si los bienes son indivisibles.

  • Reparto por cabeza. Se hace a partes iguales. Por ejemplo, si el fallecido tiene tres hijos. Se harán tres montones de igual valor y cada hijo heredará uno.
  • Reparto por estirpes. Si en el caso anterior uno de los hijos hubiese fallecido y tuviese a su vez dos hijos, estos heredarían su parte. Esto es, los dos hijos del fallecido llevarían cada uno su lote “por cabeza” y los dos nietos tendrían que repartir el tercer lote que habría correspondido a su padre y hacer dos montones nuevos “por estirpes”.
  • Reparto por líneas. Este tiene lugar cuando la herencia se reparte entre familiares de los dos lados de la familia. Se crean dos partes al 50% y se da una parte a cada línea (cuando heredan tíos o primos), independientemente de cuantas personas haya en cada línea.

En casos de herencias intestadas, pueden surgir disputas entre los herederos potenciales. Estos conflictos pueden ser debidos a malentendidos o disputas sobre la valoración de los activos. En estas ocasiones, se recomienda buscar asesoramiento legal para resolver desacuerdos de manera justa y respetando la ley.

La sucesión intestada puede ser un proceso relativamente fácil si se cuenta con el asesoramiento adecuado y nuestro equipo está a su completa disposición para ayudarle.

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