Cuando alguien se enfrenta a un procedimiento penal le surgen numerosas dudas y, entre ellas, a qué abogado contratar para que dirija la defensa en el procedimiento, dudándose en ocasiones si contratar a un abogado especializado en derecho penal.

A continuación, se tratará de dar respuesta a las principales cuestiones que le surgen a quien se enfrenta a un procedimiento penal, explicando detalladamente por qué siempre es recomendable contar con la asesoría y defensa de un abogado especializado en esta rama del derecho.

¿Qué es el derecho penal?

El derecho penal es la rama del derecho a través de la cual el Estado aplica el ius puniendi, imponiendo penas tales como la prisión, la prisión permanente revisable, la localización permanente, la multa, etc.

El derecho penal es la única rama del derecho que puede imponer penas privativas de libertad y, en consecuencia, la que más graves consecuencias prevé, motivo por el que la línea defensiva debe trazarse muy concretamente desde el principio y seguirse con cautela y precisión para evitar o, en su caso, minorar las consecuencias.

¿Qué procedimientos comprende el derecho penal?

No hay un procedimiento penal único, sino que, dependiendo de las características del hecho y la gravedad del delito, se seguirá uno u otro.

Además del proceso penal de menores y el seguido ante los Juzgados de Violencia sobre la Mujer, los procedimientos penales son: el procedimiento por delitos leves, el procedimiento para el enjuiciamiento rápido de determinados delitos, el procedimiento abreviado y el procedimiento ordinario.

Cada uno de los procedimientos mencionados, excepto el procedimiento por delitos leves se subdivide en fases de investigación, intermedia, de enjuiciamiento, de recursos y de ejecución de condena.

En la fase de recursos se incluyen los recursos tanto ordinarios como extraordinarios, en concreto, el recurso de apelación, el recurso casación ante el Tribunal Supremo, el recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, el recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y el recurso extraordinario de revisión.

En el ámbito de la ejecución de condena, la labor del abogado defensor no cesa, pues aún en el caso de que se haya impuesto una pena de prisión en sentencia, en determinados casos el abogado puede lograr que la misma no se ejecute, a través de solicitudes de suspensión o sustitución de condena o de petición de indulto. Los supuestos de suspensión y sustitución de la ejecución de condena son tasados y debe acreditarse debidamente la concurrencia de todo los requisitos legalmente exigibles para que la solicitud tenga éxito.

También en la fase de ejecución de condena, cuando la misma ha sido por pena de prisión, prisión permanente revisable o implica libertad vigilada y no se suspende o sustituye la misma, entramos en el ámbito del derecho penitenciario, especialidad íntimamente ligada a la penal y que un abogado especializado en derecho penal dominará perfectamente.

Aparte de los procedimientos penales para la investigación y enjuiciamiento de delitos, existen otros procedimientos que igualmente afectan a la jurisdicción penal como son los de extradición y las Órdenes Europeas de Detención y Entrega, seguidos ante la Audiencia Nacional, cuyo objeto (en el caso de extradición u OEDE pasiva) es dirimir la entrega a otro estado de personas investigadas o condenadas en el mismo y que, al momento de su detención, se encuentran en España.

¿En qué momento del procedimiento penal necesito a un abogado?

La asistencia de abogado es necesaria desde el mismo momento de la detención y/o declaración ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y/o el órgano judicial instructor, hasta el final del procedimiento.

El abogado defensor es la figura que defiende los derechos e intereses de la persona contra la que se sigue el procedimiento penal, en todas las fases del mismo.

Trazar la línea de defensa desde el inicio del procedimiento penal es esencial para llevar a cabo una defensa férrea hasta el mismo acto del juicio oral, siendo el abogado defensor quien deberá determinar cuál es la línea defensiva más beneficiosa para su cliente.

Un procedimiento penal puede finalizar, en cualquier de sus fases, de forma favorable para la persona contra la que se sigue el mismo, en concreto: en fase de instrucción y/o fase intermedia a través de sobreseimiento y archivo de las actuaciones, que puede ser provisional o libre; en fase de enjuiciamiento a través de sentencia absolutoria o sentencia de conformidad; en fase de recursos a través de la estimación de recursos; en fase de ejecución de condena a través de suspensión o sustitución de la condena, o concesión de indulto, o concesión de tercer grado directo.

Para que cualquiera de las anteriores opciones resulte factible, resulta imprescindible contar con un abogado experto en derecho penal que conozca la mejor forma de lograr alguno de los anteriores objetivos.

¿Qué es el derecho penal económico?

El derecho penal económico es una rama muy concreta del derecho penal que, en sentido amplio, engloba, entre otros, los delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico, blanqueo de capitales, financiación ilegal de partidos políticos, contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social, contra los derechos de los trabajadores, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, relativos a la ordenación del territorio y el urbanismo, la protección del patrimonio histórico, los recursos naturales y el medio ambiente y los delitos de corrupción y contra la administración pública.

Esta concreta rama también se ocupa de tratar la responsabilidad penal de las personas jurídicas, es decir, de los delitos que pueden dar lugar a la imposición de penas a entidades.

Ejercer la defensa en un procedimiento seguido por alguno de los delitos que engloba el derecho penal económico implica una complejidad añadida, pues en muchos casos se trata de delitos complejos en los que intervienen varias personas físicas y jurídicas, por ello resulta muy recomendable que la defensa en estos procedimientos sea ejercida por un abogado experto en la materia y con acreditada experiencia.

A la complejidad propia de los procedimientos seguidos por estos delitos se une, en ocasiones, reformas legales que modifican notoriamente los elementos que componen determinados delitos, como ha ocurrido recientemente con la reforma del delito de malversación.

¿Qué es la responsabilidad penal de las personas jurídicas?

Desde el año 2010, en el Código Penal español se estableció de forma expresa que las personas jurídicas responderán penalmente por la comisión en su seno de determinados delitos expresamente previstos, siempre y cuando se den las circunstancias establecidas en el art. 31 bis C.P.

Por tanto, desde el año 2010 una entidad puede resultar condenada en un procedimiento penal con penas que van desde la multa, hasta la intervención judicial de la entidad o, incluso, su disolución.

¿Qué el compliance?

En el año 2015 el art. 31 bis C.P. que regula la responsabilidad penal de las personas jurídicas sufrió una importante modificación en la que se estableció que las entidades podían resultar exentas de responsabilidad penal siempre y cuando cumplieran una serie de condiciones.

Entre tales condiciones está la de que la entidad cuente, antes de la comisión del delito en su seno, con modelos de organización y gestión que incluyen las medidas de vigilancia y control idóneas para prevenir delitos de la misma naturaleza que el cometido o para reducir de forma significativa el riesgo de su comisión.

El compliance es el cumplimiento normativo en el seno de la entidad y, a los efectos apuntados, se concreta en que la organización promocione el cumplimiento de la legalidad penal y tenga implementados programas de cumplimiento para ello y para prevenir y/o detectar delitos cometidos en su seno.

El hecho de contar con un programa de compliance eficaz supone que se exima de responsabilidad penal a la empresa, por lo que contar con uno de estos programas, correcta y periódicamente auditado por abogados expertos en la materia, es absolutamente imprescindible para las entidades.

¿Qué capacidades debe reunir un abogado penalista?

Son muchas las capacidades con las que un abogado especializado en derecho penal debe contar, si bien a continuación se establecen las que resultan imprescindibles:

  • Absoluta disponibilidad: Las detenciones pueden producirse a cualquier hora del día, los 365 días del año, motivo por el que un abogado especializado en derecho penal debe estar siempre disponible para atender a clientes que se encuentren en una de estas situaciones.
  • Transparencia: Una de las cuestiones más importante y que los clientes más valoran es la completa transparencia del abogado, pues la persona contra la que se dirige un procedimiento penal necesita información realista sobre cómo va el caso, las posibilidades de defensa existentes y la forma de ejercitar esa línea de defensa. El abogado penalista debe dar información clara y actualizada a sus clientes.
  • Buen trato al cliente: Resulta indispensable que el abogado penalista tenga comunicación periódica con sus clientes y les informe y atienda de forma adecuada, pues el buen trato al cliente resulta esencial para aportar tranquilidad a personas que se encuentran envueltas en un procedimiento de tanta gravedad como es el procedimiento penal.
  • Conocimientos: El abogado penalista en general y, sobre todo, aquellos penalistas especializados en determinadas materias como el derecho penal económico deben reunir gran cantidad de conocimientos específicos de legislación, doctrina y jurisprudencia afectante a la materia en la que se encuentra especializado.
  • Experiencia: La experiencia en sala y actuando en asuntos penales es lo que, en muchas ocasiones, marca la diferencia entre abogados, resultando esencial que un abogado penalista cuente con notable y demostrada experiencia ejerciendo en esta rama del derecho.
  • Facultades oratorias y de redacción: En el procedimiento penal el abogado tiene que transmitir su posición respecto de los hechos objeto de investigación o enjuiciamiento a través de escritos tales como solicitudes de sobreseimiento o recursos de reforma, apelación, etc. y de forma oral en el acto del Juicio Oral, por lo que contar con facultades de oratoria y redacción resulta indispensable en un abogado penalista.
  • Equipo especializado: La labor del abogado penalista supone una considerable carga de trabajo, resultando esencial contar con un equipo de profesionales especializados que se complementen entre sí, debiendo contar en ese equipo con, entre otros, expertos en derecho constitucional, derecho penitenciario y derecho penal internacional.

¿Es recomendable contar con un abogado especializado en derecho penal?

La respuesta es indudablemente afirmativa. En un procedimiento penal resulta absolutamente recomendable contar con el asesoramiento y defensa de un abogado penalista.

Incluso, antes de iniciarse el procedimiento, si existe un conflicto que pudiera derivar en la vía penal, es muy recomendable consultar con un abogado penalista para que se inicie, de ser posible, una vía de resolución extrajudicial de conflictos que evite el inicio de un procedimiento penal.

De unos años a esta parte, la práctica de la abogacía tiende a la especialización, dado que el extenso marco legal vigente junto con la doctrina que lo desarrolla y la jurisprudencia que lo interpreta, hacen inabarcable que un abogado sea experto y conozca pormenorizadamente todos los ámbitos jurisdiccionales.

Un abogado especializado y centrado en una sola materia como es el derecho penal, incluso con alguna especialización dentro de esta rama como es el derecho penal económico, será quien mejor conozca la legislación, doctrina y jurisprudencia que afecta a esa especialidad y, en consecuencia, quien mejor sabrá defenderle en un procedimiento penal de esas características.

Cada procedimiento penal concreto es diferente del resto, pues los hechos y las circunstancias que los rodean son siempre diferentes, existiendo determinadas vicisitudes que solamente son apreciadas por quien conoce perfectamente la materia a tratar y que pueden ser utilizadas en favor del cliente para, por ejemplo, plantear nulidades por afectación a derechos fundamentales, prescripción, cosa juzgada, vulneración del principio acusatorio, etc.

Trazar una correcta línea de defensa desde el inicio y seguirla debidamente hasta el final del procedimiento puede ser la diferencia entre resultar condenado o no, entre recibir una condena más o menos severa, entre entrar en prisión o que la condena se suspensa…, y quien mejor sabrá trazar la misma es un abogado penalista experto y con denotada experiencia en este ámbito del derecho.

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Ramón Rodríguez Arribas